Para su cosecha se emplean métodos artesanales y es preciso esperar a que lleguen los meses calurosos, especialmente Mayo, cuando el agua de la laguna alcanza el grado de salinidad adecuado, y se ha formado una fina capa de 1 mm sobre la superficie de los depósitos (eras) de cristalización. Al amanecer o atardecer, se recogen manualmente estos cristales, antes de que el viento los hunda.